Mejillones tigres

Ingredientes:

1k de mejillones.
1 puerro.
3 cucharadas de tomate frito.
2 huevos cocidos.
2 huevos frescos.
1 litro de leche.
200g de harina.
Pan rallado.
1 cucharada de mantequilla.
Pimienta negra.
Nuez moscada.
Sal.

Limpiamos bien los mejillones con ayuda de una nana.

Una vez limpios los cocemos 2-3 minutos en una cazuela grande, con dos dedos de agua.

Una vez cocidos separamos los cuerpos de las conchas.

Troceamos los mejillones y reservamos.

Picamos el puerro en brunoise (cuadraditos) y lo pochamos a fuego lento en una sartén. Salamos y reservamos.

Picamos los dos huevos cocidos.

Una vez que tenemos todo preparado vamos a preparar una salsa Aurora, que es un bechamel con tomate.

Para ello deshacemos a fuego lento la mantequilla en una cazuela un poco profunda.

Cuando se haya deshecho llevamos el fuego a una intensidad media, añadimos los 200g de harina y removemos bien con la batidora de varilla hasta que adquiera un color amarillo tostado.

Cuando veamos que va adquiriendo color le añadimos el litro de leche poco a poco sin parar de remover hasta que vaya espesando.

Una vez hecha la bechamel le añadimos las 3 cucharadas de tomate frito y ya tenemos nuestra salsa Aurora. Salpimentamos y echamos una cucharilla de nuez moscada.

Le añadimos a la salsa Aurora el puerro pochado, los dos huevos cocidos y los mejillones troceados. Mezclamos todo bien y dejamos enfriar en una bandeja durante 6-8 horas en el frigorífico.

Una vez que se ha enfriado vamos a rellenar las conchas.

Batimos los dos huevos frescos. Reservamos.

Cogemos las conchas y vamos rellenando de una en una con ayuda de una cuchara.

Cuando estén todas rellenas las rebozamos primero en harina, luego en el huevo que hemos batido y por último en pan rayado.

Los vamos colocando en una bandeja para después poder meter en el congelador los que no vayamos a comer ese día.

Para los que vayamos a comer, ponemos aceite de girasol a freír en un cazo a fuego fuerte.

Cuando el aceite está caliente vamos metiendo los mejillones tigres para que se frían.

Una vez que estén doraditos los sacamos y y los ponemos sobre un papel absorbente para que recoja el aceite sobrante.

Y… ¡Listos para servir!

¡Fácil, delicioso, rico y muy sabroso!

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Autor: Recetas Explicadas